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Ciabatta


La ciabatta es un pan italiano conocido por su forma plana y alargada, y por su miga alveolada y textura ligeramente crujiente. Su origen se remonta a la década de 1980 en Italia, específicamente en la región de Veneto. La historia de la ciabatta es bastante interesante y está asociada a la evolución de la panadería italiana moderna.

La creación de la ciabatta fue un proceso de experimentación y refinamiento. Arnaldo Cavallari y su equipo de panaderos jugaron con diferentes proporciones de harina, agua, levadura y sal para lograr la combinación perfecta que resultara en una miga ligera y alveolada, y una corteza crujiente y dorada. El resultado fue un pan único que pronto se convirtió en un favorito tanto en Italia como en el extranjero.

Ingredientes:

Para la biga (pre-fermento):

  - 250 g de harina de trigo (aproximadamente 2 tazas)

  - 175 ml de agua (aproximadamente 3/4 taza)

  - 1 g de levadura seca activa (aproximadamente 1/4 cucharadita)

Para la masa:

  - 500 g de harina de trigo (aproximadamente 4 tazas)

  - 350 ml de agua (aproximadamente 1 1/2 tazas)

  - 15 g de sal (aproximadamente 2 cucharaditas)

  - 5 g de levadura seca activa (aproximadamente 1 cucharadita)

  - 1 cucharada de aceite de oliva

Preparación:

1. Preparar la biga:

   - En un tazón, mezcla la harina, el agua y la levadura hasta formar una masa homogénea. Cubre el tazón con un paño limpio y deja reposar a temperatura ambiente durante 12-16 horas. La biga debe tener una textura burbujeante y un aroma ligeramente ácido cuando esté lista.

2. Preparar la masa:

   - En un tazón grande, mezcla la harina y la levadura. Añade la biga, el agua y el aceite de oliva. Mezcla con una cuchara de madera o con las manos hasta que todos los ingredientes estén combinados. La masa será muy pegajosa y húmeda.

   - Añade la sal y continúa mezclando hasta que la sal se haya incorporado completamente.

3. Amasar la masa:

   - Debido a la alta hidratación de la masa, es mejor utilizar el método de amasado de pliegues en lugar del amasado tradicional. Para esto, deja reposar la masa durante 30 minutos y luego realiza una serie de pliegues: estira un lado de la masa y dóblalo sobre sí mismo, repitiendo el proceso con los otros tres lados. Repite este proceso cada 30 minutos, tres o cuatro veces.

4. Primer levado:

   - Cubre el tazón con un paño húmedo y deja reposar la masa en un lugar cálido durante 1-2 horas, o hasta que haya duplicado su tamaño.

5. Formar los panes:

   - Vierte la masa sobre una superficie generosamente enharinada. Con cuidado, divide la masa en dos partes iguales y forma dos barras alargadas sin desgasificar demasiado la masa para mantener los alveolos.

   - Coloca las barras en una bandeja para hornear cubierta con papel pergamino, dejando espacio entre ellas. Cubre con un paño húmedo y deja reposar durante 30-45 minutos.

6. Precalentar el horno:

   - Precalienta el horno a 220°C (430°F) con una bandeja para hornear en la parte inferior para crear vapor.

7. Hornear el pan:

   - Justo antes de hornear, rocía las barras con un poco de agua para ayudar a formar una corteza crujiente. Coloca la bandeja con los panes en el horno y vierte una taza de agua caliente en la bandeja inferior para crear vapor.

   - Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que las ciabattas estén doradas y suenen huecas al golpear la base.

8. Enfriar:

   - Deja enfriar los panes sobre una rejilla antes de cortarlos y disfrutarlos.

Tip final:

Para darle un sabor adicional a tu ciabatta, puedes agregar una mezcla de hierbas secas como romero, tomillo y orégano a la masa durante el amasado. Esto le dará un toque aromático que complementará perfectamente la textura ligera y crujiente del pan.

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